domingo, 17 de octubre de 2010

Diferentes vías que pasaron y pasan por Valdelageve

Mis queridos paisanos y amigos lectores, al comenzar este capítulo voy a introducir una pequeña cuña, que seguro que les va a agradar. La calzada romana, posteriormente llamada Vía de la Plata, como ya he escrito en otra ocasión, iba desde Sevilla hasta Astorga, pasando por Puerto de Béjar. Creo que ahora es el momento para hacer solamente un poco de historia de la época romana.

El ramal desde la antigua mansión Caelonicco hasta La Alberca

Efectivamente en las cercanías de Puerto de Béjar y Peñacaballera había una mansio (mansión) llamada Caelionicco, que era un núcleo de población situado junto a la calzada y en el que se encontraba un fortín militar para descanso de los soldados o mercaderes tras una jornada de marcha.

Siguiendo el tema que nos interesa, una de las desviaciones más utilizadas en la Edad Media debió de ser la que, partiendo de la calzada, se dirigía a Peñacaballera, que conducía al santuario de la Virgen de la Peña de Francia. A partir del hallazgo de la imagen el 19 de mayo de 1434 por el francés Simón Vela (su nombre familiar era Simón Roldán, natural de París), los peregrinos que marchaban a Santiago se también sentían atraídos por el nuevo santuario mariano.

Este ramal, una vez pasado Peñacaballera, discurría por El Cerro, Lagunilla, Valdelageve y Sotoserrano para llegar a La Alberca, que cruzaba por su calle Mayor hasta la plaza donde estaba instalado el Hospital y Alberguería para peregrinos. Años después se la denominó La Casa de por Dios, de la que dicen que por la tarde estaba alumbrada con un farol de aceite. Y ya el último cambio que ha tenido, ha sido, después de ser derribada totalmente, que en su lugar se ha levantado otro edificio al que se le ha dado una piso más. En la planta baja está la Biblioteca Pública Municipal, mientras la primera planta está adaptada para la Asociación de la Tercera Edad.

La Puente Caía

La Puente Caía o Puentecaía era un puente que tiene cuatro machones y está situado en una curva del río, a contracorriente. Por él parece ser que pasaba el Camino Real que viene de Montemayor, donde se le conoce con el nombre Camino Real del Monte, y llegaba a Valdelageve. De aquí se bifurcaba en dos: un ramal, empedrado y ancho, atravesaba el arroyo del Servón; y el otro seguía la actual carretera de Sotoserrano por una cortada de la sierra que se bajaba hasta los Puentes del Soto, uno sobre nuestro río Cuerpo de Hombre y el otro sobre el río Alagón, que vierten sus aguas en el pantano de Gabriel y Galán.

Los machones del puente mayor sobre el Alagón en forma de diamante son, según don Saturnino Jiménez, de origen romano, aun cuando, después de mis posteriores averiguaciones, parece ser que es medieval. Hace muchos años se le llamaba Puente de las Herrerías y coincide con que por él pasaba el camino general que surcando Río Malo de Abajo, iba por Caminomorisco, ambos pueblos de la provincia de Cáceres, y se adentraba en Portugal por San Martín de Trevejo. No me cabe la menor duda de que todo esto necesita una más profunda verificación.

Las huellas de caminos y puentes que siguen la cordillera central me hacen pensar en una ruta militar al abrigo de los bosques, utilizada tanto por los romanos que perseguían a los rebeldes lusitanos hasta el actual Portugal, como por los árabes (Caminomorisco: camino de los moros) que lo siguieron después. Todos estos puentes pudieron ser repetidas veces destruidos y reconstruidos sucesivamente. En Valdelageve tenemos, por ejemplo, el llamado puente del Moro y río abajo la Puente Caía. En Montemayor sufrieron la misma suerte Puentepalo, Puentehundida o Lamalena (La Magdalena).

La Cañada Real o Cordel

Constituía otra vía importante de carácter pecuario, por la que se desplazaban los rebaños de ovejas de la Mesta (asociación medieval de ganaderos) desde Castilla y León a Extremadura y viceversa. La Cañada pasaba, entre otros pueblos, por Pinedas y Colmenar de Montemayor, atravesaba la Puente Caía, entrando en Valdelageve y bajando hacia el arroyo del Servón. Más adelante, a ochocientos o mil metros, pasado Valdelageve, en la ruta hacia Extremadura existía una casa-posada y, por supuesto, un casero, que es el que se encargaba de cobrar como tributo el portazgo a todos los rebaños que hacían la trashumancia tanto de ida como de vuelta.

De ello se beneficiaba el marquesado de Montemayor y posiblemente la iglesia. Desde los tiempos de la desamortización de Mendizábal, hacia los años 30 del siglo XIX, el ayuntamiento comenzó a sacarlo a subasta, adjudicándolo al mejor postor. En la posada se detenían los carguilleros de Ciudad Rodrigo, La Alberca y otros pueblos que iban a Zarza de Granadilla, Aldeanueva del Camino, La Abadía, etc. en busca de plantas, semillas tempranas, tomates y frutas, que transportaban a los diferentes mercados de nuestra provincia. Esto quiere decir que esta vía tuvo bastante vida por el comercio y el tránsito de ganado con dichos pueblos extremeños.

(Fotos 2 y 3: Juan-Miguel Montero Barrado)

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