Acabo de recibir de la esposa de mi gran amigo, Felipe Carpio Rodríguez -que desgraciadamente falleció el día 12 de febrero del año 2015, para ser más exacto, a los 71 años de edad- un hermoso escrito, hecho el 29 de noviembre del 2004.
Verdaderamente,
cuando me fue entregado, recibí una gran sorpresa y, a la vez, alegría, ya que
desconocía la existencia de tal documento, que me ha servido para corroborar el
amor y cariño que siempre demostró tener hacía nuestro pueblo, Valdelageve, y a
sus gentes. ¡Gracias, mi querido amigo!
Ahora espero que sea del agrado de todos vosotros, ya que en breve espacio sabe
condensar perfectamente tanto la belleza de nuestro pueblo y sus alrededores como los valores de sus gentes.