martes, 11 de enero de 2022

San Juan XXIII (11 de octubre)

Creo que sería una falta grave no enviaros un poema de Pepe García Velázquez, tan bonito y, además, trasparente como el agua saliendo de un manantial. En él mi querido amigo ha dejado reflejada con total claridad la santa vida de este también santísimo Papa, que tanto bien hizo al mundo durante su vida y luego mientras permaneció en el Vaticano.

Sabéis que fue mencionado o renombrado de muchas maneras:

El Papa Bueno.
El Pontífice que devolvió al mundo la sonrisa.
El Papa Extramuros.
El Papa del amor, de la unidad y de la paz.
El hombre más amado de la Tierra.
El padre, el maestro, el pastor, el amigo…

Y como él siempre se decía de sí mismo:
“Yo sólo soy un pobre cura de pueblo”.


El poema al que me refiero lo publicó en su cuaderno Poemas de un pediatra, concretamente el pasado 24 de noviembre, al que acompañó con unas fotografías alusivas al propio Papa, que son las que muestro en esta entrada. Esto es lo que apareció.

San Juan XXIII el Papa campesino

Conocido popularmente como EL PAPA BUENO, por su edad avanzada pensaron en su momento que tendría un pontificado de transición. Pero sorprendió a todos con sus iniciativas y sobre todo con la convocatoria del CONCILIO VATICANO II, que tanta importancia ha tenido y tiene en la vida de la Iglesia Católica.

SAN JUAN XXIII, EL PAPA CAMPESINO

Es el Papa campesino
que, desde el campo de Italia,
fue recorriendo el camino
que el mismo Dios le trazara;
siempre fue así, desde niño,
cuando ya se planteaba
siendo un simple monaguillo
tener órdenes sagradas.
Era modesto y sencillo;
fue la vida dándole alas
para ocuparse con tino
de las tareas más arduas
y así, nombrado arzobispo,
sigue el mandato del Papa,
que le encarga su destino
de responsable en Bulgaria.
En un mundo convulsivo,
la Santa Sede le manda
a países en conflicto:
la Guerra Mundial estalla.
En París es recibido,
tomado por Alemania,
y salvó del genocidio
perseguidos por su raza.
Después del tiempo vivido,
siendo de edad avanzada,
pensó que sería su sino
de Venecia ser Patriarca;
más Dios tiene otros caminos
y otro final le esperaba:
en el cónclave elegido
se convirtió en nuevo Papa.
Si esperaban convencidos
periodo de paso en calma,
al convocar el Concilio
a la Iglesia renovaba,
avanza el Ecumenismo
y por la Paz rompe lanzas…
Siendo por todos querido,
Santo en Roma lo proclaman.