Creo que sería una falta grave no enviaros un poema de Pepe García Velázquez, tan bonito y, además, trasparente como el agua saliendo de un manantial. En él mi querido amigo ha dejado reflejada con total claridad la santa vida de este también santísimo Papa, que tanto bien hizo al mundo durante su vida y luego mientras permaneció en el Vaticano.
Sabéis que fue mencionado o renombrado de muchas maneras:
El Papa Bueno.
El Pontífice que devolvió al mundo la sonrisa.
El Papa Extramuros.
El Papa del amor, de la unidad y de la paz.
El hombre más amado de la Tierra.
El padre, el maestro, el pastor, el amigo…
El Pontífice que devolvió al mundo la sonrisa.
El Papa Extramuros.
El Papa del amor, de la unidad y de la paz.
El hombre más amado de la Tierra.
El padre, el maestro, el pastor, el amigo…
Y como él siempre se decía de sí mismo:
“Yo sólo soy un pobre cura de pueblo”.
El poema al que me refiero lo publicó en su cuaderno Poemas de un pediatra, concretamente el pasado 24 de noviembre, al que acompañó con unas fotografías alusivas al propio Papa, que son las que muestro en esta entrada. Esto es lo que apareció.
San Juan XXIII el Papa campesino
Conocido popularmente como EL PAPA BUENO, por su edad avanzada pensaron en su momento que tendría un pontificado de transición. Pero sorprendió a todos con sus iniciativas y sobre todo con la convocatoria del CONCILIO VATICANO II, que tanta importancia ha tenido y tiene en la vida de la Iglesia Católica.
SAN
JUAN XXIII, EL PAPA CAMPESINO
Es el
Papa campesino
que,
desde el campo de Italia,
fue
recorriendo el camino
que
el mismo Dios le trazara;
siempre
fue así, desde niño,
cuando
ya se planteaba
siendo
un simple monaguillo
tener
órdenes sagradas.
Era
modesto y sencillo;
fue
la vida dándole alas
para
ocuparse con tino
de
las tareas más arduas
y
así, nombrado arzobispo,
sigue
el mandato del Papa,
que
le encarga su destino
de
responsable en Bulgaria.
En un
mundo convulsivo,
la
Santa Sede le manda
a
países en conflicto:
la
Guerra Mundial estalla.
En
París es recibido,
tomado
por Alemania,
y
salvó del genocidio
perseguidos
por su raza.
Después
del tiempo vivido,
siendo
de edad avanzada,
pensó
que sería su sino
de
Venecia ser Patriarca;
más
Dios tiene otros caminos
y
otro final le esperaba:
en el
cónclave elegido
se
convirtió en nuevo Papa.
Si
esperaban convencidos
periodo
de paso en calma,
al
convocar el Concilio
a la
Iglesia renovaba,
avanza
el Ecumenismo
y por
la Paz rompe lanzas…
Siendo
por todos querido,
Santo
en Roma lo proclaman.