Quizá
se haya notado la ausencia de algunas personas, como la de los músicos recorriendo por la mañana las calles al son de las gaitas y los tamboriles e, incluso, a Juan-Miguel, cuando años atrás cantaba el "Perantón de
Valdelageve", dedicaba unas palabras a todos sus paisanos y finalizaba cantando, inspirado en el maestro Alfredo Kraus, la canción "Pueblito mi pueblo". Pero... la
vida sigue y ahora se trata de intentar ir mejorando.
Este
año las Fiestas del 3 de agosto comenzaron, como es costumbre, con la procesión, que fue recorriendo
diferentes calles del pueblo. Luego le siguió La ofrenda, en la que los asistentes
colaboran en su justa medida, culminando con la Santa Misa.
Terminada
esta primera parte, muchos de los asistentes acudieron al bar del Ayuntamiento, donde estaba preparado, según costumbre, un buen aperitivo. Y todo eso,
acompañado por una actuación flamenca, mientras la empresa encargada de llevar el cátering preparaba las mesas, sillas y demás
accesorios para luego servir el condumio.
A la
comida de confraternidad que estos últimos años se viene celebrando, acudió
bastante gente, ya que siempre hay también algunos invitados. El resultado fue
muy satisfactorio, pues todos los asistentes quedaron muy contentos.
Después
de un tiempo de descanso, ya entrada la tarde hubo una actuación musical.
De
esta manera tan sencilla y feliz finalizaron en Valdelageve las Fiestas del
presente año.
A
todos nos encanta la belleza natural que rodea a nuestro querido pueblo, de ahí
que nos cambie totalmente nuestro semblante y nos sintamos otras personas
diferentes. Fijaos, si no, a los que nos visitan y si, además, tienen un gevato que
les vaya explicando todo lo que se ve, incluyendo diferentes y variadas
anécdotas, con seguridad que volverán y hasta vendrán acompañados de familiares y
amigos.
Tampoco debemos olvidar que tenemos la Casa Rural Anida, gran objetivo para que
el nombre de nuestro pueblo se vaya
expandiendo y dando a conocer con mayor rapidez.