En
los indicadores demográficos reflejados en la
gráfica podemos observar el
crecimiento y disminución de la población, revelándonos las distintas fases por
las que ha ido pasando nuestro pueblo a lo largo del siglo XX y los primeros años del XXI.
Desde
el comienzo del siglo XX, salvo un leve descenso en 1910, la población ha ido
en aumento hasta llegar a 1940, en que Valdelageve alcanzó su máximo esplendor,
llegando a tener 282 habitantes. Como anécdota puedo decirles que por aquellos
años estaba mi padre de maestro de escuela y contaba él, muy orgulloso y
satisfecho, que llegó a tener hasta 56 alumnos.
La
cifra pudo ser más alta si no hubiese sido por la emigración, ya que ésta,
aunque desconozco cuando comenzó, sí sabemos que a principios del siglo XX ya
marchaban los gevatos rumbo a Sudamérica, principalmente a Cuba. Una prueba
fehaciente es la partida en el año 1913 de Félix Monforte Chorro, el Vaquerillo
de Gabriel y Galán, junto a su esposa Nicolasa Sánchez Britos, regresando 10
años después. Claro que, como dije antes, éste no fue el primero ni el último
en ir a la isla caribeña, pues también fueron saliendo en busca de trabajo, no
sólo en esa década, incluso anteriores o en posteriores, a Argentina, Brasil e
incluso Panamá, país, éste último, donde trabajaron en el conocido canal interoceánico.
Es a
partir de los cincuenta cuando los indicadores de la gráfica comienzan a bajar estrepitosamente, cuando los
gevatos empiezan a distribuirse por diferentes provincias de España, especialmente
en las Vascongadas, Madrid, Navarra y Cataluña. Ya en los años sesenta y
setenta, con la fiebre europea, fue Francia el país preferido.
Advertimos
cómo el último indicador, correspondiente al año 2015, es el más bajo: marca
solamente 86 habitantes. Ahora sólo resta no perder la fe ni el ánimo, con la
esperanza de que en un próximo futuro vengan tiempos mejores.