Conocida por ser la maestra y pigmalión de María Callas, apenas es reconocida por sus extraordinarios dotes de canto, como así nos lo hace saber en su programa Vicky Calavia.
Elvira
Juana Rodríguez Roglán, hija de Pedro Rodríguez Hidalgo y Miguela Roglán, nació
el día 28 de diciembre de 1891 en un pueblecito de Teruel llamado Valderrobres.
Siendo aún una niña se trasladó con su familia a Barcelona, donde comenzó sus
estudios de canto en el Conservatorio Superior de Música del Liceo con María
Barrientos. Le sucedió Conchita Bordalba, quien, en 1907 la ayudó a conseguir
una beca para estudiar en Milán, al amparo de Melchor Vidal. Y en esa ciudad
italiana fue donde finalizó sus estudios.
En
abril de 1908, con 16 años, debutó en el Teatro San Carlo de Nápoles en El Barbero de Sevilla de Rossini, ópera
por la que justamente fue famosa y se convertiría en su rol estrella. Interpretó
el papel de Rosina y lo hizo al lado de Titta Ruffo, obteniendo un gran éxito. Fue
el inicio de una carrera meteórica. También cantó en París en la Comédie
Française y en el Théâtre Sarah Bernhardt.
Con
17 años cantó en el Metropolitan de Nueva York con la misma óbra y La Sonámbula, siendo el lugar en el que
con más fuerza prendió su arte. El día 9 de febrero de 1916, cumpliendo los 100
años del estreno del El Barbero de
Sevilla, fue seleccionada como premio a su reconocido prestigio, actuando
en La Scala de Milán de nuevo como Rosina, papel que tantísimos éxitos le dio
durante su exitosa carrera artística. Fue una artista muy querida y apreciada
en todo el mundo y, de una manera especial, en Italia, de ahí que la
denominasen como “El ruiseñor gentil de Hispania”.
Resumiendo,
en pocos años cantó en los mejores teatros de ópera del mundo: Montecarlo,
París, Praga, El Cairo, Viena, Florencia, Palermo, Helsinki, San Petersburgo, La Scala de Milán,
Covent Garden de Londres, Teatro Real de Madrid, Metropolitan de New York,
Ostende y otros tantos centros operísticos. Compartió reparto con los mejores
cantantes del momento: tenores como Caruso, Fleta, Lázaro, Gigli, Smirnov, Schipa, Lauri-Volpi...; barítonos
como Battistini, Campanari, Montesanto, Stracciari, Rufo…; bajos como
Chaliapin, Didur, Journet, De Angelis… Fue dirigida por batutas de leyenda: Pietro
Mascagni, Thomas Beecham, Arturo Toscanini, Tullio Serafín…
He
aquí una aproximación al reparto lírico que protagonizó entre 1908 y 1936 la
inigualable soprano:
El Barbero de Sevilla, de Rossini.
La Sonámbula, de Bellini.
Dinorah, de Meyerbeer.
Don Giovanni, de Mozart.
Don Pasquale, de Donizetti.
Cavalleria Rusticana, de Mascagni.
I Puritani, de Bellini.
Il matrimonio segreto, de Cimarosa.
La Flauta Mágica, de Mozart.
La hija del regimiento, de Donizetti.
Lakmé, de Delibes.
La figlia di Madame Angot, de Lecocq.
L´Elisir d´amore, de Donizetti.
L´Epreuve derniere, de Nerini.
Linda di Chamounix, de Donizetti.
Lucia de Lammermoor, de Donizetti.
Manon, de Massenet
Rigoletto, de Verdi.
Romeo y Julieta, de Gounod.
Elvira
de Hidalgo se codeó con presidentes, príncipes y duques, la agasajaron zares y
reyes, la pretendieron el Aga Khan y hasta un Romanov. Fue amiga de Anna
Pávlova, Coco Chanel, Loïe Füller, Joséphine Baker…
Sin
embargo, no fue tan agraciada en amores. Se casó dos veces. La primera, en 1915,
con Gian Guido Zarabelli, marqués Dalla Rosa, que le sacaba unas decenas de
años y falleció enseguida. El segundo fue en 1920 con el millonario, político y
empresario de teatros de ópera Armando Bette. En Grecia tuvo varios amantes. Entre
ellos, un barítono, alumno suyo, que le partió el corazón y la arruinó.
Se
retiró en 1936 para dedicarse a la docencia en el conservatorio de Ankara. La
invasión alemana le sorprendió en Atenas, donde tenía un contrato temporal, y le obligó a permanecer
en la ciudad griega hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. De esta manera pasó
siete años dirigiendo la cátedra de Odion Athenon, principal conservatorio de
música de la capital griega, donde descubrió y conoció a una joven gorda, con
granos y muy miope de quince años: Maria Kalogeropoulos, a la que decidió
formar hasta convertirla en la más famosa artista del bel canto de la segunda mitad del siglo XX, conocida como Maria
Callas.
Desde
1940 a 1945 Maria Callas cantó en la Ópera de Atenas bajo la observación y
orientación de Elvira. La diva griega declaró que, con el único intervalo de
una comida ligera, seguía las clases desde las diez de la mañana hasta las ocho
de la tarde. Además de cantar, le enseñó a vestirse y a moverse, convirtiéndola
en actriz y haciendo que en 1957 fuera elegida la mujer más elegante del mundo.
Pero, sobre todo, logró que adquiriera seguridad en si misma, lo que era
complicado con una personalidad tan conflictiva como la de Maria Callas. De ella
heredó, además, muchos de los rasgos técnicos, especialmente en la forma de
acometer los agudos y sobreagudos, que en el caso de Elvira eran de gran
pureza. Para quién guste de analizar estas influencias, hay un disco
comparativo en el que figuran las mismas
arias cantadas por maestra y discípula. Elvira le inculcó la técnica de la
soprano sfogato, característica de
dicha centuria, aunque algunos de quienes oyeron a las dos afirman que la
Callas nunca alcanzaría la pureza de emisión de su maestra. Fue en 1945 cuando
Elvira encauzó la trayectoria de su discípula, recomendándola al
tenor-empresario Giovanni Zenatello, iniciando así su brillante carrera internacional. Hubo
ocasiones en que, cuando la Callas se encontraba lejos de Elvira, ésta le llegó
a dar clases por teléfono.
En
1954 Elvira volvió a ocupar la Cátedra del Conservatorio de Ankara, en la que
alumbraría a una nueva gran discípula: la turca Leyla Gencer. Fue famosa por los
pianissimi perfectos que tanto le caracterizaron,
acompañando frecuentemente a Callas en sus actuaciones. De hecho, la relación
entre ambas fue prácticamente de madre e hija, como se constata por las cartas,
hace no mucho subastadas, en la que las que la discípula cuenta a la maestra
todos los recovecos de su corazón tras ser abandonada por su amante, el naviero
Arsistoteles Onassis, en beneficio de Jacqueline Kennedy.
En 1959
la turolense se marchó a Milán, donde el teatro de la Scala la nombró maestra
única de canto de su conservatorio, plaza que estaba vacante desde hacía tiempo,
porque no encontraban a nadie con la categoría necesaria. En esta ciudad
italiana pasó los últimos 20 años y murió el 21 de enero de 1980 a los 88 años
de edad.
Los
restos mortales descansan en el cementerio de Valderrobres desde el 29 de julio
de 2018. Ocurrió dentro de un complejo proceso y después de haber sufrido la
amenaza en dos ocasiones de pasar a una fosa común en el camposanto Maggiore de
Milán, ya que estaba a punto de caducar la concesión del nicho italiano.
Esta
es la corta, pero interesantísima, historia de una de nuestras mejores divas
del bel canto, admirada durante toda
su trayectoria en y por todo el público y críticos del mundo. Aquí,
posiblemente, desconocemos el porqué, pues no la hemos sabido valorar en su
justa medida. Y es ahora, a través de las pocas publicaciones habidas –y que al
final reflejo- como me he servido para descubrir, conocer y adentrarnos
emocionalmente en su grandioso ser.
Gracias,
muchas gracias a todos los escritores que en la bibliografía menciono, porque
sin sus referencias nunca hubiese podido narrar este corto, pero cariñoso,
escrito que, sin ninguna duda, servirá para seguir dando a conocer más y más la
trayectoria de este interesantísimo personaje, que es a lo que nos ocupa.
Trabajos utilizados
BARREIRO,
Javier (2013). “Elvira de Hidalgo, pygmalión de María Callas”. Publicado el
25-12-2013 en Artículos. Canción
lírica-Bel canto.
CALAVIA,
Vicky (2021). Elvira de Hidalgo. Donare
la Divinitá. Documental musical, de CalaDoc Producciones.
CASTRO,
Antón (2015). “Vida y obra de Elvira de Hidalgo”. En Artistas, 17-07-2015.
LORENCI,
Miguel (2022). “Elvira de Hidalgo, la olvidada maestra española de Maria Callas”.
En La Voz de Galicia, 17-01-2022.
MARTÍNEZ
BELTRÁN, Zoila (2023). “Elvira de
Hidalgo, mucho más que la maestra de Maria Callas”. En The Conversation, 5-06-2023.
SANTOLARIA,
Miguel Ángel. “Biografía de Elvira de Hidalgo”. En zaragoza-ciudad.com; el autor es el presidente de la Asociación de
Amigos de la Música de Zaragoza.
VILLALBA
SEBASTIÁN, Juan (2021). “Elvira de Hidalgo. De prima donna a maestra de María Callas”.
Madrid, Fórcola Ediciones.
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