Los vocablos que
seguidamente aparecen en este escrito los he ido recogiendo de distintas formas:
haciendo preguntas, a viva voz, escuchando conversaciones, dialogando con
personas auténticamente gevatas y, fundamentalmente, por medio de la
convivencia.
Como también podréis
observar, algunas de las locuciones no son privativas de Valdelageve, no le
pertenecen sola y exclusivamente, sino que son empleadas también en otros
lugares. He aquí la relación de localismos que he ido recopilando:
Abuja:
Aguja.
Abujero:
Agujero.
Acenoria:
Zanahoria.
Achapandarse: Agazaparse.
Achiperres:
Trastos, cacharros.
Agatear:
Trepar por un árbol.
Alambrar:
Poner un anillo o alambre en el hocico de los cerdos para que no hocen.
Albehaca:
Albahaca.
Anial:
Almiar.
Amular:
Enfadarse.
An ca:
A casa de.
Ande:
Donde, a donde.
Anque:
Aunque.
Ansión:
Morriña, nostalgia.
Antaño:
Años pasados.
Antiel:
Antes de ayer.
Añurgarse:
Atragantarse.
Apañar:
Arreglar.
Arrastrá:
Algo despectivo.
Arrecío:
Persona con mucho frío.
Arriate:
Protégete (“protégete mientras pasa el temporal”).
Asín:
Así.
Asina:
Así.
Atentar:
Tocar algo.
Atrancar:
Cerrar.
Badil:
Recogedor metálico.
Bandujo:
Vientre de los animales.
Barrigá:
Estómago de la cerda, redondo y más pequeño que el del cerdo.
Bocín:
Tapón de una poza.
Borrajo:
Rescoldo.
Cachuela:
Molleja de pollo.
Cagaluta:
Excremento de ganado.
Cagueta:
Diarrea.
Calvotá:
Fiesta nocturna para asar castañas.
Calvote:
Castaña.
Calvotero:
Vasija para asar castañas.
Calzones:
Pantalones cortos.
Cantero:
Coscurro, rescaño, pedazo de pan.
Cayá:
Callada.
Chacho:
Muchacho.
Chaima:
Fogata (“haz una chaima y nos calentamos”).
Chiquinino:
Muy pequeño.
Choto:
Ternero.
Corato:
Desnudo.
Corcuño:
Encogido.
Dadil:
Dedal.
Dambos:
Ambos.
Dende:
Desde.
Deo:
Dedo.
Digendo:
Diciendo.
Dijon:
Dijeron.
Dil:
Ir.
Embair:
Distraerse.
Enaguas:
Combinación.
Endemás:
Demasiado.
Endigual:
En vez de.
Endilgo:
Mal arreglo.
Entavía:
Todavía.
Escarabujao: Liado, enmarañado (el pelo).
Espelde:
Carácter, semblante.
Estinao:
Extraviado.
Farraguas:
Persona que va desaliñada.
Frejón:
Fréjol.
Fusquia:
Temporal, tormenta (“arríate mientras pasa la fusquia”).
Gesa: Es la palabra que sustituye a dehesa.
Gesa: Es la palabra que sustituye a dehesa.
Gorrinto:
Gorrión.
Guarrapo: Cerdo.
Guarro: Grajo.
Guarrapo: Cerdo.
Guarro: Grajo.
Habemos pasado: Hemos pasado.
Haiga:
Haya (“pegó sin que haiga motivos”).
Hijuela:
Documento donde se reseñan los bienes que tocan a una artición.
Hogaño:
Se refiere a este año (“hogaño hay buenas patatas”).
Hubon:
Hubieron.
Jarapal:
Camisa fuera (“métete el jarapal”).
Jerío:
Herido.
Jimplar:
Sollozar.
Jincar:
Hincar.
Jundir:
Hundir.
Jurgar:
Hurgar.
Justillo:
Sujetador, prenda de mujer.
Lamber:
Lamer.
Machorra:
Mujer estéril.
Maleta:
Persona torpe.
Manteo:
Falda.
Masar:
Amasar.
¿Me ajuntas?: ¿Quieres ser amigo mío?
Medrar:
Crecer.
Miaja:
Una pizca de algo.
Mía tú:
Mira tu.
Mi señor:
Suegro.
Mi señora:
Suegra.
Pacencia:
Paciencia.
Palante,
está: Está embarazada.
Palastra:
Rastro de madera que se utiliza para recoger el heno.
Pánfila:
Mujer sosa.
Paralís:
Parálisis.
Pegocha:
Urraca.
Peñisco:
Pellizco.
Pintear:
Lloviznar.
Pitarra:
Vino de propia cosecha.
Prao:
Prado.
Puchas:
Requesón, natillas.
Puson:
Pusieron.
Quiciás:
Quizás.
Recentadura: Levadura.
Relente:
Humedad y frescor al amanecer.
Refajo:
Combinación.
Relente:
Humedad y frescor al amanecer.
Rodete:
Rosca que se hace con la trenza del pelo.
Sayas:
Falda.
Seastinao:
Despistado (de despistarse).
Segurilla:
Hacha.
Sigún:
Según.
Sobrao:
Desván.
Trajon:
Trajeron.
Trasmontao:
Perdido.
Trujo:
Trajo.
Varangón:
Vara muy larga.
Vejigón:
Estómago del cerdo, alargado y mayor que el de la hembra.
Veleahí:
Si, pues mira, tu verás.
Vinon:
Vinieron.
Zarrias:
Algo que no tiene valor.(Fotografías: todas son de Juan-Miguel Montero Barrado, menos la tercera)
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