El 8 de octubre de 1215 el rey leonés Alfonso IX delimitaba los términos de Miranda (en la que pudo encontrarse Valdelageve) y se los otorgaba a sus pobladores para que las poseyeran perpetuamente; nacía así la comunidad de villa y tierra de Miranda.
Estos términos otorgados a Miranda en 1215 venían a comprender los que históricamente fueron de Miranda y Montemayor, dato inequívoco de que por esas fechas no se había organizado la comunidad de Montemayor, que verá la luz más tarde por el desgajamiento de Miranda.
La comunidad de villa y tierra de Montemayor nace por segregación de la de Miranda en una fecha posterior a 1215 y conservó su unidad e integridad desde la Edad Media hasta final del Antiguo Régimen (principios del siglo XIX).
La comunidad de Montemayor
La Crónica de Fernando VI” (Ed. Madrid, 1053, B.A.E., Crónicas de los Reyes de Castilla, tomo 66, capítulo XX, pag. 169) dice que las villas de Ledesma, Salvatierra, Granadilla, Galisteo, Miranda y Montemayor habían sido de Don Sancho, nieto de Alfonso X el Sabio (1252-1284). Como murió sin descendencia, el rey las recupera hacia (1310-1312).
En el documento número 39, con fecha 18 de agosto de 1350, del libro Documentación Medieval del Archivo Municipal de Ledesma, de Alberto Martín Expósito y José Mª Monsalvo Antón (Ed. Diputación de Salamanca, 1986), aparece cómo el rey Pedro I de Castilla pide a varios concejos que hagan pleito-homenaje (símbolo de pertenencia a un señor) al arcediano de Toro, no en su nombre, sino en el del infante Don Juan, hijo de Alfonso XI. Esto afectaba a las “villas de Ledesma e de Salvatierra e de Montemayor e de Miranda e de Galisteo e de Granadilla, logares de Don Johan”.
El 17 de mayo de 1418 Doña Leonor de Aragón, viuda de Fernando I de Aragón (o Fernando de Antequera) y madre de los infantes de Aragón, que tenían varias villas extremeñas y salmantinas, daba a su hijo don Enrique, maestre de la Orden de Santiago, el condado de Albuquerque y las villas y lugares de Albuquerque, Medellín, Azagala, la Codosera, Alconétar, Garrovillas, Alconchel, Granadilla, Galisteo y las salmantinas Ledesma, Salvatierra, Miranda y Montemayor (Documentación Medieval de Ledesma, doc. 71, pp. 133-137). El 22 de julio de 1418 el Infante Don Enrique, hijo de Doña Leonor, pide a los vasallos de las villas donadas la obligación de presentarle pleito y homenaje (Doc. Ledesma, doc. 72).
En 1458, con autorización del Rey Enrique IV “El Impotente”, creaba don Juan de Silva, Conde de Cifuentes, el Mayorazgo de Montemayor a favor de su hijo Don Juan de Ribera y Silva, primer Marqués, formándose entonces el Marquesado de Montemayor con todas sus jurisdicciones, Valdelageve se encontraba incluido en el Marquesado, alfoz de dicha Villa compuesto de 14 pueblos, primero Montemayor del Río y luego los 13 restantes, como: Aldeacipreste, Baños de Montemayor, Calzada, Colmenar de Montemayor, Cristobal, El Cerro, Horcajo de Montemayor, La Calzada de Béjar, Lagunilla, Navalmoral, Peñacaballera, Valdefuentes y Valdelageve.
Según el “Centro de las ciudades y villas y lugares de la provincia de Salamanca en el año 1534” (publicado por Tomás González, Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI, Madrid 1829) Montemayor tenía con sus anejos 310 vecinos y la villa, 115, como se puede ver a continuación:
Anejos de la villa.
Aldeacipreste, 74
Valdelageve, 17
Peñacaballera, 18
Valdescoboso, 10
Valbuena, 19
Valdeaguijaderos, 57.
Tierra de Montemayor.
Lagunilla, 161
El Cerro, Valdelamantanza y Las Cabañas, 111
Baños de Montemayor, 94
La Calzada, 69
Valdefuentes, 167
Cristóbal, 37
Horcajo, 73
Colmenar y Felipe, 96
Existe otro censo posterior, del año 1588, en el que la comunidad de Montemayor y la villa las formaban catorce aldeas, de las que indicamos también sus vecinos:
Aldeacipreste, 70
Baños de Montemayor, 120
Calzada de Béjar, 75
El Cerro, 150
Colmenar de Montemayor, 120
Cristobal, 80
Horcajo de Montemayor, 70
Lagunilla, 200
Montemayor, 60
Peñacaballera
Valbuena, 25
Valdefuentes de Sangusín, 200
Valdehijaderos, 50
Valdelageve
Valdelamatanza
En el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752 se hace una referencia extensa del pueblo y por ello le dedicaré el siguiente capítulo, teniendo en cuenta además la importancia que dicho Catastro tuvo en su momento.
La última toma del Marqués de Montemayor se remonta a mayo de 1807 (un año antes de "la francesada"), a favor de Don Antonio Ponce de León y Mesía Dávila, Manrique de Lara, Carrillo de Albornoz, Baeza, Quesada, Toledo y Silva, Duque de Montemayor y Grande es España de Primera Clase, X Marqués, de ahí que la posesión de éste durase solo y exclusivamente un año.
Los orígenes de Ayuntamiento de Valdelageve
Durante la ocupación napoleónica de España (1808-1814) las Cortes españolas reunidas en Cádiz aprobaron la primera Constitución liberal española y decretaron la extinción de todos los señoríos, entre los cuales se encontraba el de Montemayor. En las dos décadas siguientes, bajo el reinado de Fernando VII, la legislación de las Cortes de Cádiz fue derogada. En 1833 murió Fernando VII y ello dio paso a las transformaciones políticas que conocemos con el nombre de revolución liberal. Uno de estos cambios consistió en la reorganización administrativa del territorio español, que pasó a dividirse en 49 provincias, siguiendo los criterios del inminente ministro don Javier de Burgos. Como consecuencia de todo ello aparecieron los partidos judiciales y algunos municipios perdieron parte de sus territorios, dando lugar a otros ayuntamientos. De tal forma que el partido de Montemayor, que tenía dos cuartos (Cuarto de Hojeda y Cuarto del Río), después de la reforma administrativa de 1833 desapareció, integrado casi en su totalidad en el partido de Béjar, que así ganaba con creces lo que había perdido a favor de Ávila y Cáceres.
En el libro de don Jacinto Vázquez de Parga y Mansilla Reseña Geográfica-Histórica de Salamanca y su provincia para uso de los colegios y escuelas de la misma (editado en 1884 en Salamanca por la imprenta de don Vicente Oliva y reeditado en 1994 por Librería Cervantes) y, en concreto, en la página 135 figura el capítulo “Índice de los ayuntamientos de la provincia de Salamanca”, del cual voy a relacionar los correspondientes al partido judicial de Béjar:
Aldeacipreste, 499
Béjar, 11.099
Bercimuelle, 577
Cabeza de Béjar, 646
Calzada de Béjar, 769
Candelario, 2.619
Cantagallo, 799
El Cerro, 1.078
Cespedosa, 1.367
Colmenar, 584
Cristobal, 657
Fresnedoso, 326
Fuentes de Béjar, 960
Gallegos de Solmirón, 936
Guijo de Ávila, 572
Horcajo de Montemayor, 439
La Hoya, 249
Lagunilla, 1.437
Ledrada, 833
Montemayor, 781
Navacarros, 456
Nava de Béjar, 539
Navalmoral, 388
Navalmorales, 781
Palomares, 412
Peñacaballera, 396
Perodomingo, 539
Puebla de San Medel, 298
Puente del Congosto, 691
Puerto de Béjar, 1.061
Sanchotello, 651
Santibáñez de Bejar, 1.477
Sorihuela, 788
El Tejado, 929
Valdefuentes, 1.024
Valdehijaderos, 266
Valdelacasa, 865
Valdelageve, 182
Valverde de Valdelacasa, 329
Vallejera, 354
Las elecciones en Valdelageve
Un rasgo de la vida de nuestro pueblo está relacionado con la vida política general del país. España ha gozado de escasos periodos de auténtica democracia, por eso me voy a referir a las elecciones celebradas en la II República (1931-1936) y en la actual monarquía parlamentaria de Juan Carlos I (1977-2008).
El 28 de junio de 1931 se celebraron las primeras elecciones republicanas al Congreso de los Diputados. En la provincia de Salamanca el candidato más votado fue Filiberto Villalobos, seguido de Primitivo Santa Cecilia y Miguel de Unamuno, que se presentaban con la coalición republicano-socialista. Finalmente obtuvieron sus escaños, como también lo hicieron Tomás Marcos Escribano liberal-demócrata, José María Gil Robles y Cándido Casanueva, los dos últimos del llamado bloque agrario. De Valdelageve no se tienen datos sobre el resultado local, aunque sí se sabe que de los 67 electores censados votaron 62, todo un récord de participación que demuestra el interés del pueblo por los cambios que se estaban produciendo en España en aquel año.
Las segundas elecciones fueron en noviembre de 1933. En esta ocasión fue la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) la que barrió en la provincia de Salamanca, colocando a sus 5 candidatos, con Gil Robles como cabeza de lista y siendo el más votado. El socialista José Andrés y Manso y el liberal-demócrata Villalobos obtuvieron también su escaño. En Valdelageve el candidato más votado fue Villalobos (111 votos); le siguieron los candidatos de la CEDA, quedando Gil Robles en el quinto puesto por número de votos (47). La coalición republicana renovadora y liberal fue la siguiente lista más votada, en la que se incluía el que sería ilustre historiador y crítico de arte José Camón Aznar, que obtuvo 22 votos. El socialista Manso sólo recibió 7 votos.
Las últimas elecciones se celebraron en febrero de 1936, cinco meses antes de que estallara la Guerra Civil. En esta ocasión también triunfó la CEDA en Salamanca. El cartel presentado por Gil Robles obtuvo 5 de los 7 escaños; Villalobos, el sexto, y el socialista Manso, el último.
En Valdelageve volvió a ser Villalobos el más votado (118 votos), lo cual indica la enorme simpatía de la que este hombre bueno gozaba en nuestro pueblo. Aún recuerdo las visitas médicas que de vez en cuando hacía mi padre a su consulta en la calle Ramón y Cajal, entre las iglesias de la Purísima y los Capuchinos. Su humanidad y sencillez me impresionaron, como supongo había ocurrido, con mis paisanos, los gevatos. Prueba de ello fue el duelo de despedida que Salamanca le dispensó tras su muerte en 1955: cuentan que ha sido uno de los entierros más multitudinarios, si no el mayor, de la historia salmantina.
El segundo más votado fue el liberal-demócrata González Cobos (97 votos), seguido por cuatro candidatos de la CEDA, si bien el aspirante a diputado por Izquierda Republicana, Ruipérez, recibió más votos (40) que Gil Robles (28) y que el socialista Manso (14). Como se ve, Valdelageve en la república prefería al centrista Villalobos antes que a Gil Robles, líder de las derechas, mientras que concedía escasa importancia a los candidatos de la izquierda.
Durante la actual democracia se han celebrado 10 elecciones legislativas a las Cortes y 8 a municipales. Entonces, a partir de la nueva Constitución, aprobada en el año 1978, el corazón de los gevatos ha ido cambiando al igual que sus preferencias, de ahí que debido a sus nuevas mentalidades, los votos están muy repartidos entre los dos grandes partidos, que son el Popular y el Socialista o el Socialista y el Popular, que tanto monta…
Bien es cierto que, según mi modesta opinión, seríamos más felices viendo a todos los vecinos unidos, formando un solo partido, sea el que fuere y luchando todos, sin descanso, por una mayor mejora del pueblo.
Me viene a la memoria un fragmento de la poesía “Solo para mi lugar”, que escribió José María Gabriel y Galán, grandísimo poeta salmantino, nacido en el pueblo de Frades de la Sierra, el día 28 de junio de 1870:
Porque pueblos bien unidos
son pueblos bien gobernados,
pueblos al bien dirigidos,
pueblos bien administrados;
y está en la paz la riqueza,
y está la fuerza en la unión
y en la guerra la pobreza,
la ruina y la perdición.
Vivamos todos unidos
por lazos de afectos sanos.
¡Los pueblos están perdidos
si no son grupos de hermanos.
El edificio del Ayuntamiento
El edificio del ayuntamiento es relativamente de nueva construcción. Aprovechando la coyuntura voy a dar una serie de datos:
Ayuntamiento de Valdelageve
Calle Salas Pombo, 19
37725 VALDELAGEVE / Salamanca
Tl. 923 / 16 12 62
El secretario, actualmente, acude todos los jueves a las 16 horas.
Dimensiones: 1ª planta, 92,90 metros cuadrados; planta baja, 82,12.
En el primer piso están todos los despachos perteneciente a tal efecto, incluida la nueva biblioteca que lleva el nombre “Juan-Miguel Montero Barrado”; en la parte baja hay un gran salón, destinado al bar; fuera de él hay una hermosa terraza; y fuera de ella un espacio lo suficientemente grande para dar cabida a todo tipo de actuaciones, atracciones, bailes, etc.
Pero, mis queridos lectores, está construido en un lugar que cautiva no sólo por sus hermosas vistas, sino también por el aire puro que se respira.
Normalmente todas las corporaciones municipales suelen destacar por su gran amor al pueblo, siempre prestas a lograr mejoras en todos los aspectos. Los problemas más acuciantes son su aislamiento y la precariedad de sus condiciones naturales, lo que hace que su labor sea más encomiable. Esto no quiere decir que en algunos momentos no existan discrepancias tanto en lo que se refiere a los vecinos como la corporación, pero es algo normal en todos los ámbitos la sociedad. Lo que sí es cierto es que a la larga redunda en cambios positivos a favor del pueblo. Si a esto añadimos el amor que también demostramos todos los hijos del lugar que habitamos fuera, aportando cada uno nuestro granito de arena de múltiples formas (hablando, escribiendo, como lo estoy haciendo ahora mismo, artículos en los periódicos, algún opúsculo, etc.) no cabe duda que nuestro querido Valdelageve sería, como lo va siendo ya, mucho más conocido e integrado en nuestra provincia y fuera de ella.
Podría haber aportado algún dato más, pero creo que con lo escrito es suficiente para que todos podamos hacernos una idea bastante amplia del tema que acabo de relatar.
(Foto: Juan-Miguel Montero Barrado)
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