Refranes
Por San Blas la cigüeña verás y si no la vieres, año de nieves.
Por los Reyes, lo notan en la arada los bueyes.
Entre San Antón y los mártires, estáte en casa, aunque de pan te hartes.
Por San Matías igualan las noches con los días.
Por San Martín deja el cerdo de gruñir.
Semana Santa mojada, cuartilla de trigo colmada.
Las aguas de San Juan quitan vino y no dan pan.
San Silvestre, despídete de éste.
La berza de enero sabe a carnero.
Quien bien siembra, bien recoge.
Año de nieves, año de bienes.
La labor de enero no la cambies por dinero.
Febrerillo el loco, un día malo tras otro.
En febrero busca la sombra el perro.
Si no llueve en febrero, ni buen pan ni buen centeno.
Marzo airoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso.
Si marzo levanta el rabo, no queda oveja con pelleja ni pastor enzamarrado.
Cuando marzo mayea, mayo marcea.
En abril, aguas mil y todas caben en un barril.
Abril y mayo, llaves de todo el año.
Cielo empedrado, a las veinticuatro horas suelo mojado.
Mientras no hay viento, no hay mal tiempo.
Agua de por mayo, pan para todo el año.
En junio, la hoz en el puño.
Agua en agosto, miel y mosto.
Agua pasada no mueve molinos.
En agosto, frío el rostro.
En octubre, la oveja cubre.
La luna de octubre, siete lunas cubre.
Para subir la cuesta quiero a mi burro, que la cuesta abajo yo me la subo.
Al burro muerto, la cebada al rabo.
El que no fuma ni bebe vino, el diablo le lleva por otro camino.
Hijo solo, hijo bobo.
El hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso.
Hija eres, madre serás; con la vara que me mides, te medirán.
Suegra, abogado y doctor, cuanto más lejos, mejor.
La suerte de la fea, la guapa la desea.
Amor con casada, vida arriesgada.
No ames a quién amó ni sirvas a quién sirvió.
Cada maestrillo tiene su librillo.
El médico que mejor cura manda algunos a la sepultura.
Reunión de pastores, oveja muerta.
El muerto, al hoyo; y el vivo, al bollo.
Haz bien y no mires a quién.
Manos que no dais, ¿qué esperáis?
Más vale un amigo que pariente ni primo.
Quien bien te quiere, te hará llorar.
Amor con amor se paga.
Quien mal anda, mal acaba.
Del árbol caído, todos hacen leña.
Quien a buen al árbol se arrima, buena sombra le cobija
Arrieros somos y en el camino nos encontraremos.
Cuando la barba de tu vecino veas pelar, echa la tuya a remojar.
En boca cerrada no entran moscas.
Más vale ser cabeza de ratón que cola de león.
Quien calla, otorga.
El casado casa quiere.
Antes de que te cases, mira lo que haces.
En Castilla el caballo lleva silla.
Quien hace un cesto, hará ciento.
La codicia rompe el saco.
El comer y el arrascar todo es empezar.
Donde las dan, las toman.
Dime con quién andas, te diré quién eres.
Más sabe el diablo por ser viejo, que por ser diablo.
Del dicho al hecho, hay un gran trecho.
Dinero llama dinero.
A quién Dios no dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
A quién madruga, Dios le ayuda.
Da Dios mocos al que no tiene pañuelo.
Quien espera, desespera.
Unos tienen fama y otros cardan la lana.
Quien guarda, halla.
Dos hijas y una madre, tres diablos para el padre.
Puta la madre, puta la hija, puta la manta que las cobija.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Cuando el río suena, agua lleva.
Dichos
Tropezar y no caer es adelantar terreno.
Vísteme despacio, que tengo prisa.
El burro cayendo y el amo perdiendo, los dos se van aprendiendo.
No hay mejor palabra que la que está por decir.
Allá donde fueres, haz lo que vieres.
Si escupes hacia arriba, en la cara te cae.
El que de ajeno se viste, en la calle lo desnudan.
Agua que no has de beber, déjala correr.
Agua pasada no mueve molino
A Dios, rogando, y con el mazo, dando
El que mucho habla, mucho yerra.
Hombre prevenido vale por dos.
Cada cosa, en su tiempo, y los nabos, en adviento.
Al mal tiempo buena cara.
Más vale tarde que nunca.
Después de la tormenta viene la calma.
No hay mal que por bien no venga.
El que hace un cesto hace ciento.
No es oro todo lo que reluce.
No todo el campo es orégano.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
No es lo mismo predicar que dar trigo.
No voy a misa, porque estoy cojo, pero sí a la taberna poquito a poco.
Del dicho al hecho hay un trecho.
Más vale pájaro en mano que ciento volando.
El hábito no hace al monje.
Cría buena fama y échate a dormir, cría mala fama y échate a morirLo que otro suda poco dura.
Hechos son amores y no buenas razones.
Del árbol caído todos hacen leña.
Al perro flaco todo son pulgas.
Andando yo caliente ríase la gente.
La avaricia rompe el saco.
Los huéspedes y la pesca, a los tres días apestan.
Donde comen dos, comen tres.
El que siembra vientos, recoge tempestades.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
El pelo mal cortado, a los ocho días igualado.
La motila buena o mala, a los ocho días iguala.
El que tiene vergüenza, ni come ni almuerza.
De grandes cenas están las sepulturas llenas.
Las sopas igual dan muchas que pocas.
Después de la leche nada eches.
El buen paño en el arca se vende.
Si todos los domingos llueve, trigo en Molinillo y centeno en Valdelageve.
En boca cerrada no entran moscas.
Al mal tiempo, buena cara.
A quién madruga, Dios le ayuda.
No por mucho madrugar amanece más temprano.
Al que mucho abarca, poco aprieta.
De dinero y santidad, la mitad de la mitad.
El que guarda halla.
La cabra siempre tira al monte.
De tal palo, tal astilla.
Dios me libre del toro manso, que del toro bravo me libro yo.
Cuanto más viejo, más pellejo.
Cuando el río suena, agua lleva.
Piensa el ladrón que todos son de su condición.
Con las faltas de los gitanos se tapan los paisanos.
Cuando tú vas, yo ya vengo.
De embustero a ladrón solo hay un escalón.
El que se pica, ajos come.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Cada maestrillo con su librillo.
Casa con dos puertas, mala de guardar.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
De los viejos el consejo.
Para muestra, un botón basta.
Se coge más pronto al mentiroso que al cojo.
El hacer bien no cuesta dinero.
Quien mal anda, mal acaba.
Genio y figura hasta la sepultura.
Nunca llueve a gusto de todos.
Más vale un mal arreglo que un buen pleito.
A río revuelto ganancia de pescadores.
Al caballo regalado no hay que mirarle el diente.
Ande o no ande, caballo grande.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Con pan y vino se anda el camino.
De la panza sale la danza.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
El tiempo es oro y el que lo pierde es tonto.
De pedir se saca más que de dar.
El ojo del amo engorda el caballo.
Salud y pesetas, salud completa.
El que está cerca de la vaca es el que la mama.
El que está al pie de la cabra es el que la mama.
Nadie da duros a cuatro pesetas.
Eso es pan para hoy y hambre para mañana.
El que parte y bien reparte, se coge la mejor parte.
(Foto: Juan-Miguel Montero Barrado)
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