Arroyo Valtrujillo. Zona cubierta de
una hermosísima vegetación, como robles, castaños, eucaliptos, pinos, enebros, fresnos,
alisos, azajoces o madroños.
La Campa-nita. Es una montaña
muy bonita y lo más parecido a una pequeña campa-na; de ahí su nombre; siempre está
cubierta de verde por los árboles, entre los que se encuentran los autóctonos
de la zona y los pinos. En la parte baja, desde el siglo XIV hasta los
comienzos del XX, existió una ermita
llamada del Servón. Para más información os invito que entréis en los capítulos
de “La ermita del Servón”, “La ermita del Servón (continuación)” y “La romería del Servón”.
El Pardo, con pi-nos, encinas, alcorno-ques, jaras y madro-ños.
El Arca. Es de difícil acceso y tiene peor su
tránsito, dado lo agreste del terreno. La altitud oscila entre los 420 y los
1.041 m. A pesar de sus peculiaridades, es muy rica en vegetación, entre la que
predominan, en la parte baja, las jaras, los brezos, las retamas y las madroñeras;
en las partes altas se encuentran los alcornoques, las encinas, los castaños o
los enebros. Es muy importante también la fauna; entre las aves puede verse el
buitre negro, el buitre leonado, el alimoche, el águila imperial ibérica, el búho,
etc.; y entre los mamíferos, el lince, la jineta, el tejón, el gato montés, el ciervo,
el corzo, el venado, etc.
El Rebollar, con sus flamantes huertos y muchos
olivos; también se dejan ver los robles.
Vega de las Ánimas, donde predominan alisos,
fresnos, enebros y encinas.
Valle del Servón. Un lugar
encanta-dor, amén de la buena tempera-tura de la que se benefi-cian las huertas, que
no dejan de estar regadas por el arroyo que da nombre al valle: arroyo del Servón, también llamado el Riato; está rodeado de una hermosa
vegetación de alisos, azajoces, enebros y encinas.
El Portazgo. Pasado Valdelageve,
en dirección Extremadura, a unos cientos de metros existió una casa-posada que
tenía un casero que se encargaba de cobrar un tributo, llamado portazgo, a
todos los rebaños que hacían la trashumancia de Castilla y León a Extremadura y
viceversa; de ello se beneficiaba el Marquesado de Montemayor y posiblemente la
Iglesia. Para mayor información, leer el capítulo “Diferentes vías que pasaron
y pasan por Valdelageve”.
(Fotografías: Juan-Miguel Montero Barrado)