Que
he sido una persona con falta de tacto, qué duda cabe. Nunca me perdona-
ré, después de la amistad que tuve con el mayor de la familia Kraus. Exactamente desde el día 12 de septiembre de 2001, cuando me lo presentaron a la salida de la misa por el segundo aniversario del fallecimiento de su hermano Alfredo y clausura de los actos florales que comenzaron el día 10 del mismo mes, delante de la estatua que levantaron al insigne tenor en la playa de Las Canteras, mirando al auditorio que lleva su nombre. Durante la misa, exactamente en la comunión, canté la “Plegaria” de Álvarez, con la que quedaron encantados los asistentes, casi todos ellos amantes de la música. Entre ellos se encontraba don Francisco Kraus, como así lo llamé cuando a él me presenté, corrigiéndome muy amablemente y diciéndome que lo llamase a partir de ese momento Paco Kraus, como así lo hice y seguí haciéndolo hasta la última vez que hablé con él.
ré, después de la amistad que tuve con el mayor de la familia Kraus. Exactamente desde el día 12 de septiembre de 2001, cuando me lo presentaron a la salida de la misa por el segundo aniversario del fallecimiento de su hermano Alfredo y clausura de los actos florales que comenzaron el día 10 del mismo mes, delante de la estatua que levantaron al insigne tenor en la playa de Las Canteras, mirando al auditorio que lleva su nombre. Durante la misa, exactamente en la comunión, canté la “Plegaria” de Álvarez, con la que quedaron encantados los asistentes, casi todos ellos amantes de la música. Entre ellos se encontraba don Francisco Kraus, como así lo llamé cuando a él me presenté, corrigiéndome muy amablemente y diciéndome que lo llamase a partir de ese momento Paco Kraus, como así lo hice y seguí haciéndolo hasta la última vez que hablé con él.
De todos
los contactos tenidos con él, de forma personal o buscando datos que precisaba
de su hermano Alfredo para preparar la cronología de su vida y la de su padre
Otto, nunca pasó por mi mente hacerle unas preguntas más con el fin haber
escrito también un relato de su vida, la cual, en muchos momentos y fases,
según él me contó en varias ocasiones, fue paralela a la de su hermano. Se
llevaban un año, lo que dio lugar a jugar y salir juntos, tener las mismas
amistades y seguir el mismo camino hasta cierta edad, como veremos en el
desarrollo del escrito.
Llegan
tarde estas disculpas, pero, como el refrán dice, más vale tarde que nunca. Ahora
sólo resta ponerme manos a la obra para enmendar el error.
puesta por Otto Kraus, de origen austriaco, y su madre Josefa
Trujillo, natural de Las Palmas de Gran Canaria. Fue el primero de los cuatro
hermanos habidos en el matrimonio: el propio Francisco, Alfredo, Enriqueta Lola
y Carmen. Desgraciadamente Enriqueta falleció a los tres años y medio.
El 25
de diciembre de 1927 fue bautizado, junto a su hermano Alfredo, en la parroquia
matriz de San Agustín con el nombre de Francisco Antonio Kraus Trujillo
En
1929 con 3 años de edad comenzó a ir a la escuela.
En
1931 sus padres contrataron a un profesor de piano para que Francisco, con 5
años, y Alfredo, con 4, comenzaran a estudiar solfeo y a tocar el instrumento.
El
día 21 de mayo de 1935, con 9 años, tomó la Primera Comunión y ese mismo año
comenzó a estudiar francés en la Allianza Française. También ingresó en el
Colegio de los Misioneros Hijos del Corazón de María.
Fue en
1936 cuando se presentó para cantar en el coro del colegio junto a su hermano
Alfredo, siendo seleccionados y pasando a formar parte del coro de voces
blancas.
Ese
mismo año, ya con 10 años, comenzó en el mismo colegio a estudiar el
bachillerato.
En
1943, con 17 años, empezó a formar parte del Coro de la Sociedad Filarmónica de
Las Palmas de Gran Canaria dirigida por el maestro Obradors. Aunque poco
después este coro desapareció, se creó la Coral Polifónica de Gran Canaria, dirigida
por el maestro Luis Prieto, donde comenzaron a cantar los dos hermanos como
solistas, destacando ambos en sus respectivas cuerdas.
A
partir de 1944, y hasta su marcha de la isla de gran Canaria, fue formado por
la profesora de canto María Suárez Fiol, aprovechando también algunos momentos
para dar conciertos benéficos y en reuniones familiares.
Entre
1945 y 1946, con 18 años, comenzó a
estudiar una carrera. Inicialmente no era capaz de precisar exactamente cuál podía ser por miedo a equivocarme, pero a posteriori he logrado enterarme a través del
diario La Provincia de Las Palmas que los estudios que cursó fueron los
de Perito Industrial y Magisterio. En todo caso, su padre les obligaba a
hacerla… por si en el mundo de la música no triunfasen.
Por
recomendación de su profesora María Suárez Fiol marchó a Barcelona, donde recibió
clases de canto y técnica respiratoria con la profesora de origen ruso Galli
Markoff. Qué duda cabe que el progreso en el bel canto fue notorio con ella.
Finalizada
esta nueva etapa regresó a la isla de Gran Canaria para casarse con la que desde años
estaba destinada a ser su esposa, de nombre Enedina, una mujer buena,
responsable y siempre el pilar de la familia. Tuvieron una hija, a la que
pusieron de nombre Virginia.
Mientras
tanto mantuvo una gran actividad concertística, tanto en la Isla como fuera de
ella. Destacó su intervención en Sevilla por dos años consecutivos en el famoso
Miserere de Hilarión Eslava, hasta
que llegó el momento de dar el salto a Italia. Milán, concretamente, donde
acudió a estudiar técnica vocal con la prestigiosa maestra y soprano Mercedes
Llopart. El legado de la señora Llopart fue una técnica exquisita y el conocimiento
de producción de la voz que enseñó a sus alumnos: Alfredo Kraus, Renata Scotto,
Anna Moffo, Fiorenza Cosotto…
En
Italia toma el nombre artístico de Franco di Marco y fue exactamente el 22 de
diciembre de 1960 cuando debutó en el Teatro Comunale “Giuseppe Verdi” de la
ciudad de Triestre en el papel del Boyardo Chakloviti de la ópera Khovantchina de Mussorgski.
A
esta le seguirán: Lucia di Lammermoor,
de Donizetti, en el rol de Enrico; Fausto,
de Gounod, como Valentín; y La Traviata,
de Verdi, interpretando el papel de Monsieur Germont
Ya en
1961, cumplidos los contratos y compromisos en Italia, regresó a España y fue en
La Coruña donde comenzó a cantar en Los Festivales de la Coruña. El éxito le
acompañó, pues su voz estaba preparada
para cosechar grandes éxitos en el mundo de la zarzuela. De ahí que en un tiempo
récord debutara en el Teatro de la Zarzuela de Madrid con la Compañía Lírica
Nacional, donde los éxitos artísticos y de público fueron asombrosos. Terminada
la temporada, prepararon una gran gira por distintas ciudades de la geografía
española.
En 1962,
como publicó La Provincia, fue cuando decidió montar su propia compañía y
llevarla por toda la geografía nacional. Durante cuatro años representaron piezas
del género como La Bruja, La Tabernera
del Puerto, Katiuska, El Huésped del Sevillano, La Calesera, La Rosa del
Azafrán, la del Soto del Parral, La Tempestad, El Caserío, La Parranda, Los
Gavilanes, El Cantar del Arriero, entre otras. Junto a Francisco Kraus
estaban las voces de Amparo Azcón, Celia Langa, Pilarín Álvarez, Rosa Gil,
Fina Gessa, María Pastor, Eduardo Bermúdez, Enrique del Portal, José Luis
Cancela y Andrés García Martí, todos ellos con la dirección musical de José
Terol y Mariano de las Heras.
das algunas, como podemos ir viendo.
Dos de ellas fueron: Marina, de E. Arrieta, el 21 de agosto de 1962 en el Teatro Falla de Cádiz; y la misma obra, en junio de 1963 en el Parque del Retiro de Madrid. Por otro lado, según El País (27-11-1989) “los dos hermanos coincidieron muchas veces en el escenario, cantando Rigoletto o Lucia Lammermoor y grabando juntos La Tempestad o Marina”.
En
1966 firmó un contrato con la Compañía de María Francisca Caballer y Agustín
Lisbona, que lo llevó hasta el Teatro Nacional de Caracas. En Venezuela pasó
unos años hasta que decidió regresar a Gran Canaria, si bien apartándose de los
escenarios de forma temporal.
En
1970, después de una pausa en su carrera lírica, volvió a trabajar en la
zarzuela, esta vez con la Compañía Isaac Albéniz de Juan José Seoane en teatros
tanto nacionales como insulares. Fueron unos años espectaculares.
Siguien-
do con los trabajos realiza-
dos con su hermano Alfredo, el 3 de julio de 1976 interpre-
tó el rol de Roque en Marina, del maestro E. Arrieta, lo que tuvo lugar en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria.
do con los trabajos realiza-
dos con su hermano Alfredo, el 3 de julio de 1976 interpre-
tó el rol de Roque en Marina, del maestro E. Arrieta, lo que tuvo lugar en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria.
En 1978
regresó a Venezuela para brindar unos conciertos en radios y televisiones del
país. Aquel viaje se prolongó casi una década, al continuar con la actividad
concertística y acceder a una plaza de profesor de canto en la Escuela Superior
de Caracas. Además fue profesor de la Compañía Oficial de Ópera de Caracas.
Varios años después, concretamente el 21 de mayo de 1980, volvió a Venezuela, interpretando nuevamente junto a su hermano Alfredo la ópera Marina, de E. Arrieta. El evento tuvo lugar esta vez en el Teatro Municipal de Caracas.
miento de Canto en
el Conservato-
rio del Liceo de Barcelona, puesto que desempeñó hasta su
jubilación. Era la Cátedra Alfredo
Kraus, que compartía con su propio hermano. En este mismo año, el 27 de
noviembre, declaró en El País que “fue
en Barcelona donde comencé a estudiar canto en serio y, por esas casualidades
de la vida, es en esta ciudad donde pienso terminar mi carrera profesional”.
Así mismo, declaró que “Jamás hubo competencia entre nosotros, quizás porque
tenemos un registro de voz diferente y porque Alfredo se volcó en su carrera
mientras que yo lo hice con intermitencias”.
Su
última actuación pública fue el 12 de mayo de 1995 en el Círculo Mercantil, con
motivo del acto de entrega de la Medalla de Oro de la Entidad.
En
julio de 2000 regresó con su esposa Enedina a Las Palmas de Gran Canaria para
establecer en la isla su residencia de forma permanente.
En
noviembre de ese mismo año recibió el homenaje de los Amigos Canarios de la
Zarzuela, que le entregaron una placa como reconocimiento a su trayectoria.
Bien
es cierto que él nunca dejó de trabajar desde que llegó a la Isla. Hasta poco tiempo
antes de morir siempre estuvo impartiendo clases de canto. Era su vida.
Discografía
La Tempestad, de Ruperto Chapí,
con Francisco Kraus, Alfredo Kraus, Lina Huarte, Dolores Pérez, Santiago
Ranalle y Ramón Alonso. Ed. Bongiovanni, 1959.
Marina, de Emilio Arrieta, con Francisco
Kraus, Alfredo Kraus, Pilarín Álvarez, Enrique Yebra, Pilar Sáez, Antonio Lagar
y Adelardo Curros. Ed. Carillón, 1963.
Canciones grabadas en discos varios
Selección de zarzuelas. Con piezas de El Cantar del Arriero, La Calesera, El
Caserío, El Huésped del Sevillano, La Parranda, La Canción del Olvido, Molinos
de Viento, Los Gavilanes, La del Soto del Parral. Ed. Belver, 1973.
Poseo
un CD-regalo del maestro Francisco, en el que figuran: 10 romanzas de zarzuelas;
8 canciones de Gran Canaria; y 2 obras propias.
Hemeroteca
El País: “Francisco Kraus. El hermano de
tenor dirigirá la cátedra de canto Alfredo Kraus del Liceo”. Barcelona, 27 de
noviembre 1987.
La Provincia. Diario de Las Palmas: “Francisco Kraus
fallece a los 89 años”. Las Palmas, 27 de febrero de 2016.
Diario Lírico: “El barítono
Francisco Kraus fallece en Las Palmas a los 89 años”. Domingo 28 de febrero de
2018.
Salamanca 15 de enero 2018
(Imágenes: la primera fotografía y la de la carátula del disco de Paco Kraus son mías; la tercera es una dedicatoria del propio Paco Kraus; el resto se ha obtenido a través de internet).
(Imágenes: la primera fotografía y la de la carátula del disco de Paco Kraus son mías; la tercera es una dedicatoria del propio Paco Kraus; el resto se ha obtenido a través de internet).
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