Es lo que se desprende de la lectura de la obra Conoce Salamanca (tomo II). Diccionario Enciclopédico de Salamanca y Provincia, editada por La Gaceta de Salamanca en 2002:
“La primera plaza de toros estable comenzó a
hacerse en 1832 en el derruido monasterio de San Vicente, aunque se paralizó la
obra por estarse construyendo en terreno de los benedictinos”.
Plaza del
Concejo o de don Giralt (1838-¿?)
De nuevo con Manuel Villar y Macías y su
Historia de Salamanca:
“(…) y se celebraron también en 1838, en la
huerta del convento del Carmen Descalzo, donde toreó por última vez en
Salamanca el renombrado Francisco Montes. Ahora ocupa el solar donde fueron
estas corridas, la plazuela de la Libertad y las casas que miran al mediodía”.
Enrique de Sena, por su parte, en su libro Fiestas
de Salamanca en fotografías de V. Gombau, nos lo explica de mejor y más
pormenorizada forma:
“Y en 1838, muy próxima a la Plaza Mayor, en la
que fuera Convento del Carmen Descalzo, cuyo templo era la actual iglesia de
Nuestra Señora del Carmen, huerta que se extendía por el Sur hasta dejar una
estrecha calle al hilo de las casas adosadas a la Plaza Mayor, la calle de
Pericacho, origen de lo que antes de mediados del siglo XIX será la Plaza de la
Libertad. En esa huerta o corral, acondicionado para la lidia y con el montaje
de talanqueras y gradas para el público, toreó Francisco Montes”.
Plaza de toros
del Campo de San Francisco (1840–1861)
El día 1 de octubre de 1839 José de Ojesto
comenzó la construcción de la primera plaza de toros propiamente dicha que ha
tenido Salamanca. Estaba situada en lo que fueron los jardines del Palacio de
Monterrey y que actualmente lo ocupa el convento de las Adoratrices.
Se levantó con las piedras del derribo del
convento de San Vicente y parte del de San Francisco, ambos derruidos por los
franceses en la guerra de la Independencia. Fue inaugurada en las Ferias de septiembre
del año siguiente, el 1840, con una capacidad para unos 7.000 espectadores. Se celebraron
las últimas corridas en las Ferias de 1861, en las que toreó el afamado matador
“Cúchares”. En esta plaza toreó en repetidas ocasiones el torero bejarano, y
luego ganadero, Julián Casas del Guijo “El Salamanquino”, que fue una de las
grandes figuras de la tauromaquia del siglo XIX.
Solamente estuvo activa durante 21 años, por
adolecer de falta de seguridad. La plaza fue demolida de inmediato y las
piedras fueron trasladadas y utilizadas en la construcción de una nueva plaza,
sita en las eras de las Juanelas.
Y mientras tanto, para que todo llevara un orden,
las corridas de las Ferias de 1862 y 1863 tuvieron lugar de nuevo en la Plaza
Mayor, como ya expuse en el capítulo que lleva su nombre.
La Virgen de
los Toreros
Justo al lado de la antigua plaza de toros en el
Campo de San Francisco, a la derecha de la fachada de la iglesia de Santa María
de los Caballeros, había, y continúa estando, una pequeñita capilla. A través
de la puerta enrejada, y al fondo, se puede observar un cuadro, actualmente muy
oscurecido, en el que está representada una Virgen Dolorosa. Es conocida como la
Virgen de los Toreros y es que era costumbre que los diestros acudieran allí
para orar antes de cada corrida.
Plaza de toros
de las Juanelas o de los Mínimos (1864-1892)
Entre la Puerta Zamora y la plaza de Julián
Sánchez el Charro, en lo que es el barrio de Labradores, y al lado de la calle
Eras estuvo asentada la segunda y, de hecho, verdadera plaza de toros habida en
Salamanca. Fue conocida de dos formas: como las Juanelas, por el nombre que
heredó de la eras que en esa zona existían y sobre las que se construyó; y como
los Mínimos, por el convento que también allí hubo, perteneciente a los padres Mínimos
de San Francisco de Paula.
La plaza comenzó a construirse el 6 de abril de
1864 y fue inaugurada el 11 de septiembre del mismo año, justo con la primera
corrida de feria. Su aforo fue de 7.160 espectadores. Las últimas corridas celebradas
fueron las de las Ferias de 1892.
Fue precisamente el día 6 de noviembre de 1902,
después de oír misa en la Iglesia de San Juan de Sahagún, cuando don Juan
Casimiro Mirat, sus hijos y un grupo de obreros se acercaron a la plaza de
toros y comenzaron a derribarla. En 4 años, aprovechando los materiales,
quedaron construidos los “4 hotelitos de Mirat”, llamados así porque en el pleno
municipal del 7 de mayo de 1906 se otorgó el nombre de la avenida a este
personaje.
La
Glorieta (desde 1893)
Las obras de lo que habría de ser la plaza de toros
todavía existente comenzaron en abril de 1892. Cecilio González Domingo fue el ingeniero que diseñó la plaza y la dirección de las obras corrió a cargo del arquitecto
Vargas Aguirre. Su finalización tuvo lugar en agosto de 1893. El importe total
ascendió a 452.193 pesetas, siendo desembolsadas íntegramente por 213
comerciantes, artesanos, industriales y ganaderos salmantinos. Buscaban, de
esta forma, dar un mayor impulso al comercio e industria de la ciudad y
provincia, atrayendo a la vez mayor número de clientes a los festejos de
septiembre. De ahí que también la plaza fuese conocida como “la plaza de las doscientas familias”.
Está situada al final del Paseo del doctor Torres Villarroel, en la
intersección de las carreteras de Fuentesaúco y Valladolid. Su construcción es
de piedra y ladrillo, constando de tres pisos. Tal como se refiere en la
enciclopedia electrónica WikiSalamanca:
“La plaza se cataloga dentro de la arquitectura
ecléctica en la que destaca la novedad de la articulación exterior por galerías
y el empleo del hierro, lo que da gran esbeltez
y ligereza a su galería superior”.
El aforo inicial fue de 10.858 espectadores, con
un diámetro de ruedo de 54 metros. Consta de seis accesos como si arcos
triunfales fuesen, destacando sobre todo el de la entrada principal, que mira
hacia la ciudad y cuya altura ocupa el espacio de dos pisos. En el lado opuesto
se encuentran las dependencias propias del servicio de encierros.
La corrida inaugural tuvo lugar el 11 de
septiembre de 1893, actuando mano a mano los matadores de toros Luis Mazzantini
y Rafael Bejarano “Torerito”, que sustituyó a su primo Rafael Guerra
“Guerrita”, al haber sufrido este último una cogida días antes en Murcia. Y
precisamente “Torerito” fue quien cortó en esta nueva plaza la primera oreja, concretamente
al cuarto toro. Los astados pertenecieron a la divisa de don Eloy Lamamié de
Clairac y Bermúdez de Castro.
La estrella de
David
Resulta curioso y, además, me llama mucho la
atención ver coronado el Palco de Presidencia o de Autoridades de la plaza de la
Glorieta, justamente por debajo del escudo de la ciudad de Salamanca, la
mencionada estrella de David o de Israel. Creo que alguien tendrá que decirnos
o aclararnos algo al respecto. Por mi parte, de momento, lo único que puedo
decir es que el 12 de enero de 2009, hablando con un empleado de la plaza, me confirmó
lo siguiente: “Efectivamente, [la estrella] es de hierro y está colocada encima
de la Presidencia de la Plaza de Toros”.
(Imágenes: 1ª, plano de la ciudad, Francisco Coello; 2ª, actual plaza de la Libertad, de Juan-Miguel Montero Barrado; 3ª y 4ª, ruinas de la plaza del Campo de San Francisco y "El Salamanquino", las dos de Venancio Gombau; 5ª, iglesia de Santa María de los Caballeros, de Juan-Miguel Montero Barrado; 6ª, Capilla de los Toreros, en Julián Álvarez Villar; 7ª, vista de la plaza de las Juanelas, al fondo, desde el barrio del Conejal, de Venancio Gombau; 8ª, las 213 personas que sufragaron la plaza de toros de la Glorieta. de Venancio Gombau; 9ª y 10ª, primer cartel de la plaza de la Glorieta y Rafael Bejarano “Torerito”; 11ª, palco de la presidencia de la plaza de toros, con la estrella de David, de Felipe Carpio).
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