domingo, 21 de febrero de 2010

Una de mis grandes ilusiones

Con la aparición de mi libro Notas de Valdelageve comencé a pensar que una canción dedicada a nuestro querido pueblo sería ideal. Me faltó tiempo para ponerme en contacto con mi amigo Ángel Rufino de Haro “El Mariquelo” y exponerle mi idea. La aceptó, pero cuando le di mi libro, el cielo lo vio más abierto. Entonces aproveché para decirle que ahí tenía el tema en el que podía apoyarse a la hora de escribir el texto.

En las Fiestas de Agosto del 2001, y sin decir nada, nos sorprendió a todos con el sonido de la gaita y su voz cantando la canción que en su momento le solicité. Cuando terminó nos dijo por el micrófono que el título que le había puesto era “Perantón de Valdelageve”. Los aplausos de todos los allí presentes fueron apoteósicos y, además, la letra nos penetró en el corazón, sobre todo a mí muy en especial, pues estaba basada en algunas anécdotas de nuestro pueblo.

Según me prometió en su momento, el día 27 de marzo del 2002 apareció un CD con el título “Contrapunto. Salamanca Universal”, con unas canciones muy bonitas, entre las que se encontraba, en el número 15, nuestro querido, esperado y anhelado "Perantón". La música sigue siendo muy bonita, pero la letra no se parece a la que nos cantó en el pueblo. Es una pena, pero... no hay más remedio que aceptarla y además con mucho gusto.

Quiero hacer una mención especial a este "Caballero Salmantino", Ángel Rufino de Haro “El Mariquelo”, conocido no sólo en nuestra provincia, sino a nivel nacional e internacional por sus diferentes e importantes facetas.

El perantón de Valdelageve

En el pueblo de Valdelageve
a tomillo y a jara huele,
con la lluvia primaveral
crecen y crecen y crecen más.

En la mi bota buen vino pongo,
llega la fiesta me quedo ronco,
me quedo ronco no es cosa rara,
como el aceite del almazara;
del almazara para suavizar,
llega fiesta y hay que bailar;
hay que bailar, hay que bailar,
en Valdelageve que en la sierra está.

El cristiano venció al moro
y un gevato mató un lobo,
y haz siempre que puedas bién
y no mires nunca a quién.

En la mi bota buen vino pongo,
llega la fiesta me quedo ronco,
me quedo ronco no es cosa rara,
como el aceite del almazara;
del almazara para suavizar,
llega la fiesta y hay que bailar;
hay que bailar, hay que bailar,
en Valdelageve que en la sierra está.

Salí a cazar la perdiz
y me salió un jabalí,
no me lo esperaba yo
y el jabalí se escapó.

En la mi bota buen vino pongo,
llega la fiesta me quedo ronco,
me quedo ronco no es cosa rara,
como el aceite del almazara;
del almazara para suavizar,
llega la fiesta y hay que bailar,
hay que bailar, hay que bailar,
en Valdelageve que en la sierra está.

Letra y música de Angel Rufino de Haro,
"El Mariquelo".
Salamanca, 27 de marzo de 2002

(Foto: Juan-Miguel Montero Barrado)


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