viernes, 4 de junio de 2010

La fábrica de la luz

Uno de los progresos más llamativos que ha tenido nuestro pueblo a comienzos del siglo XX fue la creación de la central hidroeléctrica o fábrica de la luz, como allí se la denomina, que estaba situada en la zona llamada El Rivero. Fue construida en el año 1926 por Santiago Sánchez Nieto, natural de Ledrada, es decir, 29 años después de la primera central hidroeléctrica de nuestra provincia, que se edificó en 1897 por la Unión Salmantina para suministro de la capital. En el año 1948 don Eusebio González, natural de Puerto de Béjar, compró los derechos y erigió río abajo, en el lugar denominado Corralones, otra más moderna y de mayor potencia, suficiente para dar electricidad a 16 pueblos más de la zona.


El sistema para la obtención de electricidad era muy sencillo: dado lo accidentado del terreno y el gran desnivel existente, el agua se cogía del río Cuerpo de Hombre (Corpus Homininis y Corpe Dumme, en sus nombres primitivos) y por medio de un canal se conducía hasta un depósito, desde donde caía regulada por dos tuberías de un metro de diámetro aproximadamente cada una y por una pendiente de no menos de cincuenta de longitud. La fuerza que cogía era tan grande que servía para mover las dos turbinas alternadores.


Cuando pasó a pertenecer a la Electra de Salamanca en el año 1966, la producción de energía se integró al conjunto de la red de esa empresa. Años más tarde paso a formar parte de Iberduero, compañía que después se integró en Iberdrola. Tras estar paralizada un tiempo, esta compañía, exactamente en 1995, cedió la explotación a una empresa Faustino y Javier SL, que modernizó las instalaciones. Su explotación duró 5 años. A principios de 2010 una empresa belga se hizo cargo de ella, si bien ha vuelto a pasar la dirección, esta vez a una empresa gallega cuya sede esta ubicada en La Coruña. Yo, dados mis pobres conocimientos, no acabo de entender mucho todos estos movimientos, pero es así y no tengo más remedio que aceptarlos.

Seguramente observarán cómo estos datos no están del todo completos, pero debe de haber unas fuertes reglas para que la información no nos sea dada en su integridad. Y que conste que demasiado logré entresacar a una persona, paisano, que controla diariamente la central. ¡Qué le vamos a hacer!


Actualmente, utilizando otros medios, he llegado a conocer que una de las turbinas produce 300 kws/hora y la otra, 200. En la segunda edición de mi libro Notas de Valdelageve escribí: “Esta iniciativa ha servido de ejemplo para que otros empresarios instalen nuevas minicentrales a lo largo del curso del río”. Pero fijaos, qué casualidad, que en el año 1998 comenzara a funcionar una nueva minicentral en la zona que llamamos Los Pilares, que está más cerca del pueblo. El nombre de la empresa es Energías Reunidas de Salamanca SL. Tiene un solo generador, mucho más potente, que produce 1.100 kws/hora. Por supuesto, al igual que la anterior, está trabajando durante las 24 horas al día. La caída del agua desde la cámara de carga, nombre que acabo de conocer, se desliza por una gran pendiente de casi 100 metros y por una tubería que tiene un metro y diez centímetros de diámetro.


Mis queridos lectores, esta información es la que he podido sacar después de una no muy larga, pero sí penosa, investigación.


(Fotos: Juan-Miguel Montero Barrado)



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